Se sitúa en la encrucijada de la calle de la Costa y del Santo Cristo. Aparece levantada entre medianeras y destaca por los dos blasones que luce en su fachada, conformada por cantería de buena calidad. La frente de la casa se organiza de forma simétrica, con huecos pareados en forma de puertas y portas de aire, estas últimas con la carpintería enrasada, esto es, en el mismo plano que la fachada.
En el piso superior destaca una hermosa galería de madera de estilo neogótico organizada en cinco calles. Orientada al Sur, presenta ventanas de guillotina separadas por columnas acodadas finalizadas en altura por pináculos y organizadas de tres en tres. Destacan los tímpanos ojivales con diseños geométricos (cruces de aristas redondeadas, arquitos apuntados y círculos divididos por S) cubiertos por cristales de colores.