Construida en el año 1892, es una de las dos capillas privadas que existen en la villa, sin duda, promovida por alguno de los nobles que habitaron en ella. Gracias a Vicente Risco (Geografía de él Reino de Galicia, 1936) sabemos que pudo estar dedicada a San Roque.
Aparece delimitada por un muro verja, presenta una pequeña nave de planta rectangular que finaliza en una ábside más elevada, finalizada por una cubierta de loseta a cuatro aguas.
De estilo barroco, la fachada, labrada en cantería, destaca por sus límites volados, que sobresalen del plano de la fachada por medio de composiciones y motivos basados en curvas, bolas, pináculos y contrafuertes.
En su interior llama la atención un balcón privado situado en el altar mayor a lo que se accede desde el muro norte del templo, pensado para el culto exclusivo de sus acaudalados promotores.
Dejó de utilizarse a los pocos años de la celebración del Concilio Vaticano Segundo (1962-1965).
…vi una danza compuesta de
ocho muchachos, vestidos con trajes blancos
y grana, imitando algo al que
usaban los pajes antiguos, danza que
fue organizada para la fiesta de
San Roque, patrono de la villa (…)
De ellos recogí los siguientes: (…)
Oh, San Roque, adorado,
al viejo, al mozo, al casado,
al huérfano, al desvalido,
al tuerto, al manco, al tullido,
a todos has consolado.
Sea tu nombre alabado
que has curado a tantas gentes;
líbranos de toda peste,
salva al pueblo de Viana
que te invocamos contritos.
(…)
Nicolás Tenorio
La aldea gallega
Cádiz. 1914