Iglesia San Julián de Louzaregos

El templo de San Julián es un ejemplo típico de románico rural, con nave y ábside únicos de planta rectangular. Edificada con un paramento desigual a finales del siglo XII, con sillares bien labrados y escuadrados en las esquinas y mampostería concertada en el resto de los muros, destaca la cantería de la escalera de acceso exterior a la espadaña que, en su interior, acoge un pequeño baptisterio.

La portada occidental es muy simple, con una doble arquivolta de medio punto sin tímpano soportada por jambas cortadas en arista viva. Llama la atención que la puerta esté desplazada respeto del eje de simetría que definen la espadaña y la ventana saetera que la precede en altura.
 
Los muros Norte y Sur aparecen coronados por una cornisa de alero cortada en chaflán que soportan ilusoriamente una docena de canecillos geométricos –bastante deteriorados– de talla popular. El muro norte de la ábside luce cuatro canecillos más de diseño
geométrico que sirvieron para soportar una cubierta hoy desaparecida.
 
El interior destaca por la altura de la nave, separada del ábside por medio de un arco triunfal de orden dórico, encalado y pintado con colores vivos y diseños vegetales pintados por los feligreses bajo la dirección del párroco hace unos sesenta años. El cierre del atrio fue levantado en el año 1833.

La Geografía del Reino de Galicia afirma que la parroquia es regada por “el arroyo Lozaregos, que nace en los altos de Penouta y pasa de Este a Oeste desaguando en el Bibey, entre esta parroquia y la de San Martín de Frojás. El terreno es bueno con muchos castaños, cosechándose también vino y criando ganado vacuno y lanar.  Hay un molino y varios telares. El lugar tiene 24 edificios y 100 habitantes y dista una legua de Viana.”