Iglesia San Marcos de Punxeiro

Por la parroquia de Punxeiro atravesaba el camino que, desde Viana, se dirigía a Castilla pasando por la Sierra Segundera
(Zamora). A mediados del siglo XIX Punxeiro producía “centeno, patatas, castañas, alguno lino, legumbres, pocas frutas y vino inferior”, pero hoy en día acoge todos los años a fiesta de la vendimia más concurrida de toda la comarca.
 
Punxeiro es un fitónimo, esto es, una palabra que designa a una planta, en este caso la Mentha pulegium, en gallego sinónimo de poleo (poexo en gallego; poejo en portugués). Por tanto, en este lugar hubo en el pasado mucho poleo, de ahí su forma abundancial con sufijo remado en –eiro.

En la parte alta de la aldea se yergue el templo dedicado a San Marcos, de nave única y altar sobreelevado protegido por una cubierta a cuatro aguas. Su fachada, austera y sobria, centra el esfuerzo decorativo en la puerta principal, decorada con pilastras cajeadas, capiteles con motivos florales soportando un arco de medio punto muy bien doelado. Finaliza la composición una espadaña con doble perforación coronada por un frontón triangular decorado con pináculos de forma piramidal.
 
Su interior presenta en el altar mayor, protegido por un artesonado de madera, un retablo barroco íntegramente dorado en 1702 por Salgado de Noboa que se organiza en tres calles separadas por columnas salomónicas decoradas por racimos y hojas de vid, símbolo del cristianismo que recuerda las palabras de San Juan: “Yo son la vid verdadera y mi padre es el cuidador de la venía”.
 
En el ático reina en solitario una imagen de la Edad Moderna de San Roque mostrando sus llagas junto al perro, en esta ocasión lamiendo las heridas de su dueño.

SAN MARCOS

Popular en todos los tiempos y épocas, este nombre era muy común en Roma (Marco Junio Bruto, por ejemplo). San Marcos, en el s.  l, fue uno de los cuatro evangelistas. Es el patrón de Venecia, llamada república de San Marcos, y también de cuatro ayuntamientos gallegos. También es patrón de Alejandría, Albania, Bérgamo, Dalmacia, Corfú, Creta y la isla de Zante, y además de los vidrieros, de los albañiles, de los notarios y de los escribanos, y es invocado contra la sarna, los tormentos, la muerte en la impenitencia, los rayos, el granizo, la borrasca y el huracán.

Este nombre tiene origen latino, de Marcus “gran martillo de herrero”, probablemente derivado del etrusco Marce “martillador, herrero”. Se refiere a Marte, del latín Mars, Martis “dios de la guerra y de la primavera”.