Es uno de los edificios palaciegos más importantes de Viana y su comarca. Situado en el centro de la aldea, el edificio se organiza alrededor de un patio pseudorectangular central de unos 130
metros cuadrados que dispone un corredor volado –soportado sobre columnas de granito– a lo largo de casi todo el piso residencial. En el muro exterior del complejo residencial leemos dos inscripciones que contienen las fechas de construcción y ampliación: 1614 y 1679 respectivamente.
El imafronte principal, labrado en buena cantería, sitúa un portalón enmarcado entre pilastras cajeadas que sostienen un entablamento clásico. Los capiteles tienen volutas de orden jónico que flanquean un dintel tripartito en la que se labran en altorrelieve dos cánidos afrontados acosando a un corzo. El conjunto aparece coronado por una hornacina con la imagen de Santo Antonio en el centro. A los lados, dos escudos o blasones que podemos ver en detalle en los dibujos. En la cornisa, sobre la imagen del franciscano portugués, asoma la cabeza de un ángel con alas.
Al lado de la fachada del pazo se sitúa su capilla, levantada de forma exenta que, la diferencia del complejo residencial, presenta un buen estado de conservación. En su frontispicio luce el escudo de armas de los Salado, Blanco y Novoa, tal y como expresa también la inscripción que lo acompaña.
A 265 m al Sudoeste del pazo, en una grande parcela conocida con el nombre de A da Igrexa, se levanta el palomar de la casa, de planta cuadrada y con paredes encaladas, que presenta una sola cubierta. También cuenta con fuente propia, aunque en Fradelo
hay “multitud de manantiales de puras y saludables aguas” según Pascual Madoz (1847).
“Con los corazones ya en lo alto, comenzaron a ascender hacia Fradelo, otra guapa aldea de Viana, con castillos feudales, supervivencia de tiempos más sofocados para el paisanaje... y se detuvieron delante de la portada de San Vicente”
Manuel García Paz, IV Melodía (1935)